Experto español sobre Las Salinas: “Este es un lugar idóneo para poner en práctica la biorremediación de suelos”
Germán Monge, especialista en remediación de suelos con bacterias, dice que Chile podría ser un referente en esta técnica, por el nivel de expertos locales y cantidad de terrenos contaminados por hidrocarburos, los que suman más de 600. ¿Barreras? Faltan normativas.
- T+
- T-
De acuerdo al Catastro Nacional de Suelos con Potencial Presencia de Contaminantes (SPPC) del Ministerio del Medio Ambiente, realizado en 2019, en Chile existen alrededor de 600 suelos contaminados que están dentro de las ciudades y que no se pueden utilizar, pero que tienen potencial de remediación y descontaminación.
Germán Monge, director técnico de Suelos Contaminados y Remediación Sostenible del Grupo IDOM, multinacional española de servicios profesionales de ingeniería, sostiene que la principal técnica utilizada para el saneamiento de suelos y, a la vez, proteger el medio ambiente, es la biorremediación -proceso que utiliza microorganismos para descontaminar un suelo-.
“Esta es una tecnología verde de remediación, porque es una de las técnicas menos invasivas sobre la propia composición del suelo, entendiendo el suelo como un universo biológico y geológico”, afirma el experto.
En Chile, un caso emblemático del uso de esta técnica es en el proyecto Barrio Las Salinas del grupo Angelini, ubicado en la región de Valparaíso. El proyecto se está construyendo en un terreno donde por décadas operaron plantas de almacenamiento de combustibles, fabricación de lubricantes y refinerías, las que dejaron el suelo contaminado con hidrocarburos y otros químicos.
Al respecto, Monge indica que “este es el lugar idóneo para poner en práctica esta técnica”. Un factor clave, sería “la tipología de la contaminación detectada, que se trata en este caso de un porcentaje altísimo de hidrocarburos”, compuesto que esta tecnología permite eliminar.
Como un segundo punto, el experto afirma que la superficie disponible para “instalar las biopilas, que son las estructuras que se instalan para realizar esta descontaminación, suelen ser de entre 30 y 40 metros de longitud y cuatro metros de altura. Necesitas mucho espacio, lo que este paño tiene”.
Finalmente, Monge alude a las condiciones climáticas que se dan en Viña del Mar, las cuales “son adecuadas para una técnica de este tipo que trabaja con bacterias, ya que requieren de una temperatura media que no baje de los 15 grados y donde la lluvia no sea excesiva”.
Sin embargo, el proyecto viñamarino ha recibido críticas del gobernador regional, organizaciones civiles y un recurso de protección para suspender la resolución de calificación ambiental del proyecto, quienes alertan que la biorremediación es nociva para la salud.
El experto asegura que “estas técnicas de remediación de suelos llevan siendo utilizadas hace más de 30 años en Europa, hay suficientes referentes al respecto. Cualquier técnica de remediación en ningún caso puede llevar a una situación donde el riesgo de afección, en este caso, sobre la salud de las personas, sea mayor que el beneficio que se genera por aplicarla”.
El potencial de Chile
Monge, quien participó en dos seminarios de remediación de suelos urbanos organizados por la Universidad Federico Santa María y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, sostiene que el país “tiene una gran oportunidad para convertirse en un referente en la implementación de biorremediación para sanear este tipo de suelos afectados por contaminación de hidrocarburos, donde cuenta con alrededor de 600”.
Monge afirma que Chile se destaca por tener "grandes investigadores y científicos, que tienen capacidades nada envidiables con respecto a otros países", los que permitirían un desarrollo de estas tecnologías.
Sin embargo, aún debe trabajar en un desarrollo normativo, donde "es lo que va a permitir que Chile avance en estos temas. Las instituciones deben tomarse en serio esta temática".
Trabajar en normativas permitiría revertir situaciones “que en el pasado se han podido cometer en cierto modo, por desconocimiento o porque en ese momento no había una sensibilidad tan importante por la conservación del medio ambiente”, dice el experto.